Industria

'Kayara. La guerrera del imperio inca' y una herramienta para expandir el cine: ¿puede la IA tener un lado positivo?

La compañía TYM ha creado, con ayuda de la inteligencia artificial, una herramienta digital en la que los niños pueden interactuar con la heroína y protagonista

Madrid·Actualizado: 03.05.2025 - 05:48
Fotograma de 'Kayara. La guerrera del imperio Inca', dirigida por Cesar Zelada y Dirk Hampel
Fotograma de 'Kayara. La guerrera del imperio Inca', dirigida por Cesar Zelada y Dirk Hampel · Fotografía: FLINS Y PINÍCULAS

Este pasado 30 de abril, por el adelanto en los estrenos que marca el puente de mayo, llegó a los cines españoles 'Kayara. La guerrera del imperio Inca'. La película de animación, de producción peruana y española y dirigida por Cesar Zelada y Dirk Hampel, nos cuenta la historia de una heroína improbable: Kayara, apasionada por el trabajo de los mensajeros Chasqui, sueña con unirse a ellos desafiando las estrictas normas de género y las tradiciones de su sociedad. Pero, más allá de la destreza técnica del proyecto, que pone en valor el trabajo de Tunche Films y B-Water Studios reivindicando una cultura olvidada en el cine -y más todavía en el de corte infantil-, hay un proyecto paralelo del que es de rigor hacerse eco. Con la ayuda de la empresa de soluciones tecnológicas TYM y de la inteligencia artificial (IA), el equipo de la película ha desarrollado una herramienta propia para que los niños y niñas puedan interactuar con la protagonista de la película y hacerle preguntas sobre la misma.

"Hemos intentando ser lo más fieles al guion y a la construcción del personaje que se ha logrado en la película. Hemos contextualizado todos y cada uno de los diálogos y de las acciones de Kayara para que, al ser procesados por la IA, se tenga también en cuenta todo el contenido y el entramado histórico. Además, hemos entrenado a la IA para que sea lo más didáctica posible respecto a un niño", explica a este medio Ramón Mulet, CEO y co-fundador de TYM sobre la herramienta que ha desarrollado su equipo. Y sigue: "Hemos previsto todo tipo de preguntas y siempre con respuestas cortas y entretenidas, que no se puedan hacer aburridas. Todo encaminado a que se despierte la imaginación en lo más pequeños", apunta, antes de abordar lo que a todas luces debería ser la cuestión más importante. ¿Cómo se garantiza la seguridad de los menores? "La hemos entrenado para no responder ante ciertas temáticas, se lo hemos prohibido. Y, por supuesto, hemos trabajado la contextualización para ser precisos", reconoce.

Pero, ¿es posible utilizar la IA de una manera más positiva en un contexto como el del cine, donde ha generado tanto rechazo últimamente? "Con esta iniciativa, creemos que los niños podrán acercarse de una manera más directa al personaje principal y haciendo, de alguna manera, más suya la película. Porque lo harán a través de sus propias preguntas", apunta Eva Comas, directora de marketing y fundadora de la distribuidora Flins y Pinículas. Centrándose en el contenido cultural que puede aportar desde el conocimiento la nueva herramienta de preguntas y respuesta, Comas cree que "los niños podrán acercarse al mundo Inca, a los juegos que se practicaban en esa época, sobre si iban a la escuela o qué comían". Y añade: "Entendemos que la IA es una herramienta que ha llegado a nuestras vidas para quedarse. Entrenada correctamente, puede acercar y conectar a los espectadores a las historias que contamos".

Concebida como un complemento, y sin relación con el proceso industrial de la película, la nueva herramienta está dirigida y recomendada para niños entre 4 y 10 años. Según sus responsables, y a través de las interacciones que ya hemos normalizado en el mundo de los adultos con aplicaciones como ChatGPT o Meta -más allá del debate ecológico-, "los niños podrán aprender sobre valores clave como la curiosidad, el respeto, amistad y la empatía mientras se sumergen en la historia de la película". Y, si bien es cierto que todavía queda mucho camino por recorrer respecto a la implementación de la IA dentro o fuera del cine, lo cierto es que iniciativas como la de 'Kayara. La guerrera del imperio inca' ayudan a entender que la verdadera riqueza del avance tecnológico puede estar en los grises y no en las tesis absolutistas ni en las enmiendas a la totalidad.

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