Accesibilidad

'Amores brujos': la amistad entre María Lejárraga y Manuel de Falla protagoniza la primera película accesible española

La pionera producción musical, dirigida y protagonizada por Lucía Álvarez con apoyo de instituciones como el ICAA, indaga en la relación entre el músico y la escritora

Madrid·Actualizado: 02.05.2025 - 05:30
Fotograma promocional de la película 'Amores brujos', de Lucía Álvarez
Fotograma promocional de la película 'Amores brujos', de Lucía Álvarez · Fotografía: Syldavia Cinema

“Lo mismo que er fuego fatuo, lo mismito es er queré”. La letra universal que todos conocen incluso aunque no puedan saber de dónde procede ni quién la escribió es testigo y consecuencia de la amistad entre dos figuras fundamentales para entender la cultura en España: María Lejárraga y Manuel de Falla. La primera, escritora que publicó su obra bajo el nombre de su marido, Gregorio Martínez Sierra, a quien recientemente Laura Hojman dedicó un documental. El segundo, un genio de la música española entre cuyas composiciones destaca 'El amor brujo', cuyo libreto escribió Lejárraga. Esta fusión artística se materializa en una película musical titulada ‘Amores brujos’, que se estrenará el próximo 13 de junio en los cines y se convertirá además en la primera película española cien por cien accesible en todas sus sesiones, tal y como ha contado la directora y protagonista de esta producción, Lucía Álvarez, en la presentación que tuvo lugar el pasado miércoles en el Ateneo de Madrid. El carácter de accesibilidad, muchas veces vilipendiado, pasa por el subtitulado completo y adaptado y por la autodescripción mediante bandas sonoras.

Esta película, que cuenta en su elenco con Jesús Barranco (en el papel de Manuel de Falla), así como los músicos Cañizares (Premio Nacional de Música 2023), el cantaor Israel Fernández (colaborador de C. Tangana y Yerai Cortés) o la pianista Constanza Lechner, muestra al Manuel de Falla más flamenco a través de los ojos de María Lejárraga. “Pensamos en él como un compositor de clásica, pero aquí se ve el fuego, el más flamenco”, ha contado Álvarez sobre una faceta sobre la que no se conoce tanto, como tampoco de su relación con la escritora. “Poco se sabe de su relación y podemos decir que fueron familia, más que amigos. Le azuzaba todos los días para escribir y creía mucho en él”, ha agregado.

"Poco se sabe de su relación y podemos decir que fueron familia, más que amigos. Le azuzaba todos los días para escribir y creía mucho en él" (Lucía Álvarez)

El Museo del Prado, la Residencia de Estudiantes o el Teatro Lara (donde se estrenó 'El amor brujo' en 1915) son algunos de los escenarios en los que se ha rodado esta película, que cuenta con guion de José Ramón Fernández, Premio Nacional de Literatura Dramática, quien ha realizado una labor casi de artesano para evocar anécdotas como si se hubiera recuperado el momento a través de una cámara. “Tiene la cabeza llena de anécdotas y unos conocimientos muy vastos. Fue él quien me habló de su relación. Ya no entiendo la obra del uno sin el otro, no son comprensibles”, ha destacado a Kinótico Álvarez.

La contribución tanto de Manuel de Falla como de María Lejárraga forma parte de aquello de lo que se compone “el ADN de una sociedad”. Ahora, “la labor” de quienes llegan detrás es “ponerles cara, rostros e historias”, porque además de ayudar a crear y avanzar, es importante construir desde ahí y “no desde la nada en ningún ámbito de la vida”, tal y como agrega la directora de ‘Amores brujos’.

Garantizar el acceso a la cultura

‘Amores brujos’ se convertirá en la primera película 100% accesible. “El presupuesto necesario es ínfimo y son muchas las ganancias”, ha asegurado Álvarez, quien confía en un “cine para todos y para todas”. El director del Instituto del Cine y las Artes Audiovisuales (ICAA), Ignasi Camós, ha destacado asimismo que “garantizar el acceso a la cultura es una condición imprescindible para lograr una vida plena para todos, tanto de forma individual como a nivel colectivo”, y ha puesto de relieve cómo el estreno de ‘Sorda’, de Eva Libertad, ganadora en la pasada edición del Festival de Málaga, ha mostrado que “la accesibilidad, además de un derecho es una obligación como sociedad”.

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Si bien la Ley del Cine vigente solo contempla la accesibilidad como una posibilidad para ganar peso al solicitar ayudas, el director del ICAA ha destacado que la próxima norma, actualmente en trámite parlamentario en el Congreso de los Diputados, establece la accesibilidad como obligación para poder optar a las ayudas a la distribución o la producción. Cuando llegue el caso, según ha señalado, el Ministerio “contribuirá con ayudas”. “Garantizar el acceso es un derecho fundamental. No lanzamos una iniciativa nueva sin tener en cuenta el factor de la accesibilidad”, ha remarcado Camós, que ha puesto como ejemplo el reciente programa ‘Cine escuela’.

"Garantizar el acceso es un derecho fundamental. No lanzamos una iniciativa nueva sin tener en cuenta el factor de la accesibilidad" (Ignasi Camós)

En declaraciones a los medios de comunicación, el director del ICAA ha destacado que la apuesta de 'Amores brujos' por ser la primera película accesible “va en línea con el objetivo del ICAA de garantizar el derecho al acceso universal a la cultura y, en este caso, al cine a través de la accesibilidad tanto en subtítulos como en audiodescripción”. Preguntado por la posibilidad de que, a pesar del aumento de películas con el sello de accesibilidad, las producciones no sean accesibles cuando llegan a los cines, Camós ha puesto el acento en la importancia de que los cines estén adaptados a todas las circunstancias. “Existe cierta barrera y miedo a la accesibilidad, por lo que es la producción y la distribución, pero sobre todo la principal está en las salas de exhibición. Aunque ahora apostamos por que cuenten el doble las películas que tienen accesibilidad en la cuota de pantalla, es un paso pequeño. En el futuro queremos acompañarlo a través de medidas que faciliten que los cines se adapten”, ha resaltado.

Hasta que llegue la ansiada ley, se busca “aprovechar” la inercia de películas como ‘Sorda’ o ‘Amores brujos’, que demuestran que “la apuesta no es un coste, sino también pensar en todo el público” porque “hay un 14% de población que podría ir al cine y no va”. Aunque el marco legal no permite más allá de valorar la accesibilidad, los certificados y las producciones que apuestan de una manera principal, el salto a la nueva normativa es considerarlo como un “requisito”: o se apuesta por la accesibilidad o no se cuenta con ayudas del ICAA en distribución y producción.

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