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Industria

'El Gatopardo', la serie italiana de Netflix de los 700 kilos de arena y los 5.000 extras que "dialoga con el alma" de la obra de Lampedusa

El director británico Tom Shankland analiza el peso de adaptar una obra como la de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, mitificada en los sesenta por Luchino Visconti

Madrid·Actualizado: 06.03.2025 - 06:30
El actor Kim Rossi Stuart y el director Tom Shankland durante el rodaje de la serie 'El Gatopardo'
El actor Kim Rossi Stuart y el director Tom Shankland durante el rodaje de la serie 'El Gatopardo' · Fotografía: Netflix

En 1958 se publicaba 'El Gatopardo', una de las novelas cumbre de la literatura moderna italiana que solo nueve años después, en 1963, fue llevada al cine por un director cuyo nombre habla por sí solo, Luchino Visconti. Novela y película son dos obras maestras reverenciadas, cada una en su ámbito. Con unos referentes de tanto peso en el imaginario colectivo –ese Príncipe de Salina de Burt Lancaster es tan icónico como la Angelina Sedara de Claudia Cardinale y la soberbia personalización de la lucha entre lo nuevo y lo viejo de Giuseppe Tomasi di Lampedusa es puro arte de la palabra escrita –, podría entenderse una nueva adaptación como una osadía.

Y sí, puede que fuese una osadía, pero la serie de ‘El Gatopardo’ que ha estrenado Netflix esta semana no solo derriba cualquier posible reticencia, sino que construye con mano firme. Todo ello, gracias a un alto nivel de producción, un reparto en estado de gracia y la belleza abrumadora de un universo propio que atrapa y enamora. Esta versión, en seis episodios, de la novela de Lampedusa adaptada por Richard Warlow rezuma pasión, amor y respeto por el material original (también por Sicilia), como se desprende de la conversación con el director británico Tom Shankland, que asegura no haber sentido una presión extra por lo hecho anteriormente y explica que su trabajo "no ha sido nunca un diálogo con la película, siempre lo fue con la novela”.

La relación de Shankland con Italia en general y con Sicilia y ‘El Gatopardo’ en particular es tan estrecha como entusiasta. Conoce el país y la novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, uno de los libros favoritos de su padre, la leyó en un viaje por carretera por la isla en la que transcurre esta historia ambientada en el Risorgimento y que en pantalla ha recreado hasta tal punto de filmar la entrada triunfal de Garibaldi en Palermo. Con una conexión así, la presión, podría decirse, se diluye en el conocimiento. Aunque su forma de acercarse a cualquier proyecto, explica quien ya bregó con la adaptación de ‘Los miserables’ que convertía a Dominic West en Jean Valjean, “es que en lugar de pensar en el estatus enorme de esta cosa, me centro más en encontrar la humanidad, la cosa simple. La razón por la que ‘El Gatopardo’ es un clásico es porque en su centro lo que hay son preocupaciones muy relevantes, claras, fuertes y humanas. Mi punto de partida era encontrar y pensar en el alma del príncipe y en la perspectiva de Sicilia” que ofrece Lampedusa.

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