Entrevista

Agnieszka Holland: "La vida y la personalidad de Franz Kafka trascendían lo que solemos ver en los clásicos biopics"

La directora polaca concursa por segunda vez por la Concha de Oro con su original mirada a uno de los escritores más importantes del siglo XX

San Sebastián·
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Agnieszka Holland ha presentado 'Franz Kafka' en el set de Kinótico en San Sebastián
Agnieszka Holland ha presentado 'Franz Kafka' en el set de Kinótico en San Sebastián · Fotografía: Kinótico

Agnieszka Holland ha competido tres veces por la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián. Todas ellas fueron por un biopic, como recuerda la primera presidenta en la historia de la Academia de Cine Europeo durante su entrevista con Begoña Donat y su visita al set de Kinótico, patrocinado por Repsol, en el hotel María Cristina. El primero fue en 1995 con ‘Vidas al límite’, la película que reconstruía el romance prohibido entre el joven y salvaje poeta Arthur Rimbaud y su mentor, Paul Verlaine. El segundo llegó en 2006 con ‘Copying Beethoven’, centrada en el último año de vida del genial músico. El tercero también apunta a las estrellas: ‘Franz’, la reconstrucción del legado de un genio que generó hasta su propio adjetivo: kafkiano.

La autora de ‘Europa, Europa’ y ‘Green border’ huye de los lugares comunes del biopic para explorar la figura de uno de los escritores más influyentes de todos los tiempos. Concebida como un mosaico caleidoscópico, la película sigue la huella que Kafka dejó en el mundo desde su nacimiento en la Praga del siglo XIX hasta su muerte en la Viena posterior a la I Guerra Mundial. Bautizado por la cineasta polaca como el proyecto más ambicioso de su carrera, el biopic del autor de ‘La metamorfosis’ llega al Zinemaldia después de su estreno mundial en el Festival de Toronto, un camino que han seguido este año también Claire Denis (‘The fence’), James Vanderbilt (‘Nuremberg’), Edward Berger (‘Maldita suerte’), Alice Winocour (‘Couture’) y Arnaud Desplechin (Dos pianos’).

¿Qué te llevó a hacer una película sobre un escritor tan importante?

Ya he hecho más películas sobre genios y, por casualidad, ambas acabaron en el Festival de Cine de San Sebastián. Así que, al parecer, os gustan las historias sobre escritores y artistas. Pero esta es diferente. Decidí que tenía la libertad suficiente como directora para presentar a Franz Kafka evitando la estructura clásica de las biografías. Pensé que su personalidad y su vida trascendían lo que solemos ver en los clásicos biopics. Prefería construir la película a partir de rompecabezas, fragmentos y también de diferentes capas estilísticas y puntos de vista. Para mí fue muy lúdico e inspirador hacer esa película. Nunca tuvimos claro que fuera a funcionar todo lo que estábamos haciendo. Ahora es el público quien debe decidir si funciona o no.

Durante la película se juega con una dramatización de uno de los relatos de Kafka, ‘En la colonia penitenciaria’. ¿Por qué esta historia en particular y qué aportaba esta recreación al enfoque general de su vida?

Había muchas razones por las que me decanté por ‘En la colonia penitenciaria’. Sabía que queríamos mostrar en la película el intento de dramatizar o adaptar uno de sus relatos. Yo misma adapté ‘El proceso’ para la televisión polaca en 1981. En ese momento me di cuenta de que era posible adaptar a Kafka. ‘La colonia penitenciaria’ me parecía la mejor opción porque se convirtió en una especie de símbolo después de la Segunda Guerra Mundial. Kafka fue un profeta que se adelantó a la deshumanización de la humanidad a través de las cámaras de gas y el Holocausto. Fue un momento trascendental, tanto en lo literario como en general. Era una de sus primeras obras, además. Me encantó el reto de jugar con esta historia. Cuando la gente empezó a leerla en su momento tuvo reacciones de todo tipo. Algunos sentían asco y miedo, otros una profunda admiración por su valentía. Y yo quería crear y provocar ese mismo sentimiento en los espectadores. Cuando mostramos una primera versión de la película a los inversores y a la televisión, también hubo reacciones para todos los gustos. Algunos decían que era “demasiado gráfica”, otros que “demasiado larga”. Esa era exactamente la reacción que quería generar, y esa es la reacción que Kafka, de alguna manera, buscaba. Él no era un provocador. Era a la vez un conformista tímido y un revolucionario increíblemente valiente. Quería encajar en el mundo. Quería mostrar todo eso de alguna forma.

Agnieszka Holland y Begoña Donat hablaron sobre 'Franz Kafka'
Agnieszka Holland y Begoña Donat hablaron sobre 'Franz Kafka' · Fotografía: Kinótico

En la película también se puede ver cómo varios personajes del entorno de Kafka rompen la cuarta pared para hablar de él. ¿Cómo surgió esa idea?

No soy la primera que hace algo así. Lo he visto en falsos documentales y en algunas series que se salen de la norma. Yo misma dirigí algunos episodios de ‘House of cards’. Es posible que fuera la primera serie que mostraba a su protagonista girándose hacia la cámara y recitando un monólogo. Sabía que podía funcionar. Lo que menos me gusta de hacer un biopic es la cantidad de información que tienes que contar. Tanta información puede resultar algo pesada, por eso hay que jugar con ella y dramatizarla. Prefería que la energía de la película se concentrara en la puesta en escena. No quería perder el tiempo contando cosas, así que decidimos que la información se presenta desde diferentes perspectivas, lo que nos deja conocer mejor a otros personajes y cómo era su relación con Frank. Se ve que todos lo aman, de una forma u otra. Todos quieren lo mejor para él.

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